domingo, 4 de octubre de 2009

4 de Octubre - Francisco de Asís




De origen modesto, Rabal adquirió una gran profesionalidad en escena, convirtiéndose en uno de los galanes jóvenes más solicitados por los directores de la postguerra, como Rafael Gil, José Luis Saénz de Heredia y Francisco Rovira. En 1936 llega a Madrid para trabajar como eléctrico en los estudios Chamartín.
Tuvo papeles de poca importancia en el cine y se pasa al teatro trabajando en las compañías más importantes. Su talento y sus afinidades políticas le acercaron a los elementos innovadores del cine español. La primera película que rodó fue La pródiga, en 1946 pero se consolidó con Hay un camino a la derecha (1953).
Fue lanzado definitivamente por el director aragonés Luis Buñuel. Galardonado con un Premio Nacional de Cinematografía y un premio al mejor actor en Cannes junto a Alfredo Landa por la película "Los santos inocentes".
También ha trabajado con diferentes directores internacionales como Michelangelo Antonioni y Jacques Rivette. En 1990 trabajó a las órdenes de Pedro Almodóvar en la película Átame.
Es destacable también su incursión en el ámbito televisivo con la serie "Juncal". Ha sido uno de los pilares básicos del cine español contemporáneo. El 12 de noviembre de 1993 recibió la medalla de oro de la Academia de Cine española y en 1999 obtuvo el premio Goya al mejor actor por su papel en Goya en Burdeos. En 1995 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia. Falleció inesperadamente el 29 de agosto de 2001, cuando regresaba a España en avión desde Montréal, a causa de una insuficiencia respiratoria que le produjo el enfisema pulmonar que padecía. Fue incinerado y enterrado bajo un almendro en su pueblo natal. Posteriormente, su esposa decidió junto con sus hijos, trasladar la urna fúnebre al cementerio de Águilas.
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Paquirri, torero español nacido en Zahara de los Atunes, 1948. Era hermano de otro matador, José Rivera Pérez ("Riverita"), y padre del torero actual Francisco Rivera Ordóñez. Su debut tuvo lugar en Barbate, el día 16 de agosto de 1962, fecha en la que se enfrentó con reses de Núñez Polavieja. A partir de entonces, su valor y su conocimiento natural de las reacciones del ganado bravo difundieron su nombre de principiante. En 1964 intervino en su primera novillada en la plaza de toros de Cádiz.
Tomó la alternativa en 1966, en la plaza Monumental de Barcelona. Acabada en España la temporada de 1967, se desplazó a tierras hispanoamericanas, donde dejó buenas muestras de su valor y su oficio de lidiador poderoso y curtido, a pesar de su corta experiencia. Tras haber toreado en Perú, Colombia y Venezuela, regresó a España para emprender la campaña de 1968 en los puestos cimeros del escalafón.
Si bien no era Paquirri un diestro llamado a renovar los fundamentos estéticos del toreo, su valentía, su serenidad delante de los toros, su perfecto dominio de todas las suertes (incluida la de banderillas) y, en definitiva, su extraordinario conocimiento del comportamiento de las reses bravas lo anunciaban como una de las grandes figuras del momento. Convertido en una figura consagrada, durante la década de los setenta cosechó innumerables éxitos por todas las plazas españolas, a pesar de que no gozaba de toda la complacencia de los aficionados más pendientes de la estética del toreo (quienes, sin embargo, no podían menos que reconocer las facultades de Paquirri para someter a cualquier tipo de toro).
En 1973 se vistió de luces en setenta ocasiones; en 1974, intervino en ochenta y un festejos; y en 1975, a pesar de la grave cornada que sufrió en Sevilla el día 16 de mayo, llegó a cumplir setenta y cuatro ajustes. Durante 1978 hizo sesenta y un paseíllos, que aumentaron a sesenta y tres en 1979, año en el que alcanzó la cima de su carrera taurina. En efecto, el día 27 de abril de dicha temporada salió a hombros por la Puerta del Príncipe de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, después de haber enjaretado una espléndida faena a una res procedente de las dehesas de Torrestrella; y antes de que transcurriera un mes (el 24 de mayo de aquel mismo año) volvió a triunfar ante la afición, que lo sacó a hombros a través de la Puerta Grande de Las Ventas.
El 26 de septiembre de 1984 en la plaza de Pozoblanco (Córdoba), compartiendo cartel con el Yiyo y el Soro, fue cogido por el toro Avispado, de la ganadería de Sayalero y Bandrés. La cornada le rompió las venas ilíaca, safena y femoral.
Dos días después, miles de personas le dieron el último adiós en la Plaza de la Maestranza de Sevilla. Fue enterrado en el Cementerio de San Fernando.



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