Borja Cobeaga, natural del País Vasco, es un cineasta que se licenció en Comunicación Audiovisual por la Universidad del País Vasco. Con tan solo 9 años tuvo clara su vocación por el cine y realizó sus primeros cortos en el jardín de su casa junto a sus compañeros de clase.
A la edad de 24 años fue nominado a los Premios Goya por su cortometraje La primera vez (2001), una comedia protagonizada por Mariví Bilbao y Aitor Beltrán. En 2005 llevó su incipiente talento al otro lado del charco, donde optó a los Oscars en la categoría de Mejor Cortometraje por Éramos pocos (2005).
El primer largometraje de Cobeaga como guionista fue La máquina de bailar (2006), pero no fue hasta 2009 cuando estrenó su primera obra como director: Pagafantas (2009), una comedia protagonizada por el vasco Gorka Otxoa y la argentina Sabrina Garciarena. Una obra prima por la que fue nominado a los Premios Goya en la sección de Mejor Director Novel.
Fuente: estamosrodando.com
Fotografía: Galeria de David Herranz
Pagafantas
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Tras una experiencia de quince años como reeducador de perros, Capponi, que además es batería del grupo de rock duro y blues español "Tea", ha llegado a la conclusión de que los problemas de conducta en los perros, provienen del "antropomorfismo" que los dueños aplican a sus mascotas, a quienes tratan "como si fueran humanos", cuando en realidad "el perro no tiene sentimientos".
Borja Capponi se confiesa admirador del mexicano César Millán, famoso en todo el mundo con su espacio "El encantador de perros", aunque "cada uno tiene su método".
"Un chaval de 17 años con un pitbull puede resultar tan peligroso como quien conduce como un loco", explica Capponi, para quien "el tamaño no importa" en este mundo canino; "un caniche puede ser también muy agresivo", afirma; tampoco la imagen, ya que como revela, el pastor alemán, generalmente asociado a labores de ayuda, "es la raza que más ataques protagoniza en el mundo".
El conductor de "Malas pulgas" cree que los considerados mejores amigos el hombre tienen que "ayudarnos a vivir mejor", aunque el ser humano en ocasiones se deja llevar por su "estética" cuando decide hacerse con un perro; eso, unido a la "falta de educación", provoca que muchos de ellos acaben abandonados en las perreras.
Fuente: que.es
Malas Pulgas: Un juguete es una presa para un perro
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