En un mundo donde la artificialidad, los efectos especiales y la hiperrealidad son parte de nuestro cotidiano, Dou nos hace sentir que lo extraño forma parte de aquello intrínsicamente humano. Su yuxtaposición de conceptos estéticos y culturales nos atrae y nos hace entrar en una relectura de la identidad contemporánea de una forma poética y curiosamente armoniosa.
Oleg Dou realizó estudios en la Moscow State Institute of Steel and Alloys (2001-2006). Tuvo su primera exposición individual en la galería Le Simoun de Paris, a los 23 años. En 2007 fue galardonado con el International Photography Awards y el International Color Awards, que le merecieron la atención de la comunidad artística internacional.
Fuente: artnet.com; douart.ru
DOU. Cuando la fotomanipulación se convierte en arte
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Olegario Víctor Andrade (Alegrete, Rio Grande do Sul, Brasil 6 de marzo de 1839 – Buenos Aires, 30 de octubre de 1882) fue un poeta, periodista y político argentino.
Desde 1859 se destacó por su pluma y a los 21 años fue nombrado su secretario personal por Santiago Derqui, presidente de la Nación. Por esa misma época comenzó a redactar para El Pueblo Entrerriano de Gualeguaychú, columnas apoyando la causa federal; en 1864 fundó su propio medio, El Porvenir, criticando vehemente la política porteña y sobre todo la Guerra del Paraguay. En 1866 publicó un inteligente folleto, titulado Las dos políticas: consideraciones de actualidad, explicando la divergencia entre los intereses porteños y los del interior del país.
Fue poeta de cariz lírico y épico, aunque dio poco a la publicación. Las obras épicas abordaron los mismos temas de la historia nacional que había tratado como periodista. Posiblemente sus mejores versos podamos hallarlos en su obra El nido de cóndores. Sus restos se encuentran en el Cementerio de la Recoleta, y un busto suyo se encuentra en el Jardín de los Poetas de El Rosedal de Buenos Aires.
Fuente: me.gov.ar
EL CONSEJO MATERNAL
(Olegario Víctor Andrade)
Ven para acá, me dijo dulcemente
mi madre cierto día.
(Aún parece que escucho en el ambiente
de su voz la dulce melodía)
- Ven y dime qué causas tan extrañas
te arrancan esa lágrima, hijo mío,
que cuelga de tus trémulas pestañas
como gota cuajada de rocío.
Tú tienes una pena y me la ocultas;
¿no sabes que la madre más sencilla
sabe leer en el alma de sus hijos
como tú en la cartilla?
¿Quieres que te adivine lo que sientes?
ven acá pilluelo,
que con un par de besos en la frente
disiparé las nubes de tu cielo.
Yo prorrumpí a llorar. Nada le dije.
- La causa de mis lagrimas ignoro,
¡ pero de vez en cuando se me oprime
el corazón y lloro !..........
Ella inclinó la frente pensativa,
se turbó su pupila,
y enjugando sus ojos y los míos,
me dijo más tranquila:
- Llama siempre a tu madre cuando sufras,
que vendrá muerta o viva;
si está en el mundo, a compartir tus penas;
y si no, a consolarte desde arriba.
Y lo hago así cuando la suerte ruda,
como hoy, perturba de mi hogar la calma,
invoco el nombre de mi madre amada,
¡ y entonces siento que se me ensancha el alma !
Historia de la Escuela Normal "Olegario Víctor Andrade" de la ciudad de Gualeguaychú, provincia Entre Ríos.
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